domingo, 19 de febrero de 2012

¿HOMBRES PRÁCTICOS?


“…- ¿Le doy la sensacion de estar afectado por un miserable complejo de inferioridad? Pues sólo esa clase de hombres malgasta su vida corriendo detrás de las mujeres.

-¿Qué quiere decir?

-...El que se desprecia a sí mismo trata de incrementar su propia estima en aventuras sexuales, cosa que no tiene sentido porque el sexo no es causa, sino efecto y expresión del sentido que cada cual tiene de su propio valor. Aquellos que piensan que la riqueza proviene de recursos materiales y que está desprovista de raíz o significado intelectual, con los mismos que creen, por la misma razón, que el sexo es una condición física, capaz de funcionar independientemente de la mente, elección o código de valores. Suponer que el cuerpo crea un deseo y efectúa una elección equivale a creer que el hierro se transforma en rieles por propia voluntad.
…La elección sexual de un hombre es la suma y resultado de sus convicciones fundamentales. Dígame lo que un hombre considera sexualmente atractivo y le revelaré toda su filosofía de vida. Muéstreme a la mujer con que se acuesta y deduciré su valoración de sí mismo.
…El sexo es un acto que obliga al hombre a mostrarse con el espíritu desnudo, igual que el cuerpo, al aceptar el verdadero ego como su propia escala de valores. Cada cual se sentirá atraído por la mujer que refleje la más profunda visión de sí mismo; la mujer cuya adoración le permita experimentar un sentimiento de autoestima. Quien se sienta orgullosamente seguro de su propio valor deseará a la mujer de carácter más elevado que pueda hallar, a la mujer que admira, a la más fuerte y difícil de conquistar, porque sólo la posesión de una heroína le dará un sentido de plenitud muy distinto de la posesión de una prostituta descerebrada.
…No busca conseguir un valor, sino expresarlo. No existe conflicto entre los valores de su mente y los deseos de su cuerpo. El hombre convencido de su inutilidad se arrastrará hacia una mujer a quien desprecia, porque ésta refleja su propio ser secreto, lo libra de esa realidad objetiva en la que es un fraude y le presta la ilusión momentánea de su propio valor y una fugaz escapatoria del código moral que lo condena.
…El amor es expresión de nuestros valores más altos y no puede ser otra cosa. Si un hombre corrompe sus valores y su visión de la existencia, si declara que el amor no es goce personal, sino renunciamiento; que la virtud no es un orgullo sino una pena, un dolor, una vulnerabilidad o un sacrificio; que el amor más noble no nace de la admiración, sino de la compasión, ese hombre se habrá partido a sí mismo en dos. Su cuerpo no lo obedecerá, no responderá y eso lo impulsará hacia la clase más baja de prostituta que pueda encontrar. Su cuerpo seguirá siempre la lógica de sus convicciones. Si cree que los defectos son valores, habrá condenado su existencia como malvada y sólo lo atraerá el mal. …Luego gritará que su cuerpo tiene deseos viciosos que su mente es incapaz de dominar.
…De la misma forma en que una acción física no guiada por una idea es un fraude insensato, el sexo también lo es cuando queda separado de nuestro código de valores. …Entonces, un hombre con un incólume sentimiento de autoestima será incapaz de desear a la mujer que desprecia porque sólo un hombre que exalta la pureza de un amor sin deseo es capaz de la depravación de un deseo sin amor.
….Aquellos hombres a los que se llama prácticos, que desprecian los principios, las abstracciones, el arte, la filosofía y su propia mente. Consideran la adquisición de bienes materiales como el único objetivo de su existencia, y se ríen de la necesidad de averiguar su propósito o su fuente. De ellos sólo esperan placer y se preguntan porque cuánto más tienen, menos sienten. Ése es el hombre que se pasa el tiempo persiguiendo mujeres. Observe el triple fraude que perpetra contra sí mismos: no reconocen su necesidad de autoestima, ya que se burla de conceptos tales como los valores morales; sin embargo, experimenta el profundo desprecio personal por considerarse un simple pedazo de carne; aunque no lo admita, sabe que sexo es la expresión física de un tributo a valores personales. Intenta obtener un sentimiento de su propio valor gracias a las mujeres que se le rinden, olvidándose de que las mujeres que elige no tienen carácter, ni criterios, ni código de valores. Lo que busca y no encuentra es el sentimiento de triunfo. ¿Qué gloria puede existir en la conquista de un cuerpo sin alma?”

de Vitaminas para el alma

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