Existe
una historia sobre el Día de los Enamorados que dice que, en tiempos del
emperador romano Claudio ll (268-270) estaba prohibido que los soldados del
ejército imperial contrajeran matrimonio, se pensaba que los hombres libres de
corazón, servirían mejor a Roma. Fue entonces que el sacerdote Valentín,
desafiando la orden del césar, comenzó a unir en matrimonio, bendiciendo con el
ritual cristiano, a los enamorados. A través de estas acciones, la figura de
Valentín emergió como "protector" de los enamorados
Cuenta la tradición que, al poco
tiempo, el secreto llegó a oídos del emperador, quien, furioso, lo mandó a
encarcelar. Asterius, su carcelero, era el padre de Julia, ciega de nacimiento.
Este oficial romano puso a prueba la fe cristiana de Valentín -recordemos que
esta religión estuvo perseguida por las autoridades del imperio hasta el siglo
IV-, y le pide un milagro para Julia a cambio de su libertad. La leyenda cuenta
que el milagro ocurrió: Julia tuvo ojos para ver la vida. Valentín se enamoró
de ella y, antes de ser martirizado, le escribió una carta de despedida que
terminaba diciendo "de tu Valentín". El santo enamorado (según el
relato) fue decapitado el 14 de febrero del año 270.
En su memoria, Julia plantó un almendro de flores rosas que, desde
entonces, es el símbolo del amor puro.
En su memoria, Julia plantó un almendro de flores rosas que, desde entonces, es el símbolo del amor puro.
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