lunes, 9 de febrero de 2015

Cómo olvidar los errores


Primero hay que saber quien te los vendió.
Si fue la vida, intentando que te sientas orgulloso de vos mismo.
En ese crecer interno de propósitos, metas, de ser alguien, de ser…VOS.

O si te lo vendió un amor, con el anhelo de besos, caricias, sueños, anhelos.

Cómo saber que están rotos? Solo encuentra la causa.

Encuentra su fragilidad… y te das cuenta que el punto más débil de un sueño,
son sus premisas falsas. Tenès que descubrirlas por vos misma.

Si es la vida. No te va a alcanzar el tiempo en realizarlos.
Sino tomas la decisión vos mismo.

Ahí estaría por lo menos reparado hasta la mitad.

Y si depende de alguien, producto de un amor…entonces quítale su locuaz antifaz para que no logre manipularte.

Mira si es de verdad. Mira que no sea un juego. Dejá que te posea.
Que te haga sentir vivo también. Entrégate sin condición. Reílo. Llórala.

Y si al final no era tu sueño real, entrégate a la falacia de sentirte solo
y a lo sumo divida sin rencores. Por lo menos lo viviste. Aunque también lo sufriste.

Así que nadie repara un sueño.

Se vivió…o no se hizo.
Se vivió…y se aprovecho.
Sino… jamás se tuvo. 


                                                                                                    autor: Hugo Candi...

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