Las semanas que siguieron, a medida que él iba a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era mas fácil controlar su genio que clavar un clavo detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informárselo a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciarle a su padre que no quedaban mas clavos en la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta y le dijo " has trabajado duro, hijo mio, pero mira todos esos hoyos en la puerta, nunca será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices como las que ves aquí".
Tú puedes insultar a una persona y retirar lo dicho, pero del modo que se lo digas le devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una física.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
del Libro Manual del Autocontrol del Enojo de Brenda G. González
- ¿Piensas bien lo que vas a hacer o lo que vas a decir?, ¿o más bien lo piensas después de haberlo hecho o dicho tras ver los efectos?. ¿Lo haces así siempre?, ¿por qué?.
- ¿En qué circunstancias sueles actuar de manera más impulsiva, sin controlarte nada?, ¿a qué consecuencias has llegado?, ¿cómo prevenir situaciones así?.
- ¿Para qué practicar el autocontrol?, ¿qué estrategias conoces y que te han funcionado bien para conseguirlo?. ¿Para qué es necesario pensar antes de actuar o antes de hablar?.
- ¿A qué estás dispuesto hoy para aumentar tu autocontrol?, ¿cómo vas a hacer hoy para demostrarte a ti mismo que estás progresando en saber pensar antes de hablar o actuar?.
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