miércoles, 15 de marzo de 2017

Frases de Caminos


Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.

A veces, las palabras son las que te proporcionan los caminos. Pocas palabras pueden engendrar en uno una idea. A veces las frases más importantes son las que menos importancia creemos que tienen.

El camino de las cosas buenas está lleno de luz. El camino de las cosas malas es oscuro.

Me inclino por la herejía de Caín. (...) Dejo que mi hermano vaya hacia el mal por su propio camino.

Ni yo ni otro ninguno puede recorrer este camino en tu lugar; Tú, sólo tú, debes recorrerlo no es largo, está a tu alcance; Quizá, sin percatarte, te hallas en él desde que naciste; quizá está en todas partes, en el mar y en la tierra.

Todos los hombres desean la felicidad, sin embargo, sus voluntades los llevan por caminos tan contrarios, y a algunos, por consecuencia, hacia el mal.

El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente.

¿Tiene ese camino un corazón? Todos los caminos son iguales, no conducen a ninguna parte.

Los caminos más desconocidos son los que tenemos más cerca del corazón.

Y puede, puede así, que las muertes no sean to­das iguales. Puede que hasta después de la muerte, todos sigamos distintos caminos.

Ninguno de nosotros sabe los posibles derroteros que nuestras vidas podrían, y quizá deberían, haber tomado. Probablemente esté bien así. Hay secretos que deben permanecer ocultos para siempre.

Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.

A veces, las palabras son las que te proporcionan los caminos. Pocas palabras pueden engendrar en uno una idea. A veces las frases más importantes son las que menos importancia creemos que tienen.

El camino de las cosas buenas está lleno de luz. El camino de las cosas malas es oscuro.

Me inclino por la herejía de Caín. (...) Dejo que mi hermano vaya hacia el mal por su propio camino.

Ni yo ni otro ninguno puede recorrer este camino en tu lugar; Tú, sólo tú, debes recorrerlo no es largo, está a tu alcance; Quizá, sin percatarte, te hallas en él desde que naciste; quizá está en todas partes, en el mar y en la tierra.

Todos los hombres desean la felicidad, sin embargo, sus voluntades los llevan por caminos tan contrarios, y a algunos, por consecuencia, hacia el mal.

El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente.

¿Tiene ese camino un corazón? Todos los caminos son iguales, no conducen a ninguna parte.

Los caminos más desconocidos son los que tenemos más cerca del corazón.

Y puede, puede así, que las muertes no sean to­das iguales. Puede que hasta después de la muerte, todos sigamos distintos caminos.

Ninguno de nosotros sabe los posibles derroteros que nuestras vidas podrían, y quizá deberían, haber tomado. Probablemente esté bien así. Hay secretos que deben permanecer ocultos para siempre.

Y sube al Cielo por los caminos prohibidos, así sólo sea para volver al Infierno con algunos besos de más sobre la piel del alma.


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