Un día
cayó desde un nido, un pequeño ruiseñor bebé, en medio de una manada de leones
quienes terminaban de comer.
Al mirarlo tan pequeño e indefenso, decidieron cuidarlo.
Con su mentalidad de leones y conocimiento de su mundo, decidieron hacer del bebé un gran león.
Entonces, al paso de los días y meses, empezaron a preocuparse muy seriamente:
Así, la leona de turno reportaba:
- No tiene garras retráctitiles, ¿cómo va a cazar?
- No ruge y ya tiene 5 meses ¿cómo va a conquistar a una leona cuando deba casarse?
- No tiene piel de mamífero ¿cómo abrigará a sus crias cuando sea papá?
Luego, hicieron un cónclave de leones y concluyeron que su pequeño y muy amado amigo a quien consideraban parte de la manada era un león discapacitado pues no tenía las condiciones para desempeñarse como un león en su vida adulta, todos sintieron gran pena por el pequeño, ¿qué sería de su vida?.
Finalmente, le encargaron al cuidado de un viejo león anciano que ya no cazaba, no había más que hacer.
El viejo león, lleno de sabiduría, observaba al pequeño y miraba que: si bien no tenia piel de león, tenía un bello plumaje; no tenía garras pero le había observado conseguir gusanos con su pico; y, si bien ciertamente no rugía, todas las mañanas deleitaba a la manada con sus bellos e inigualables cantos agudos e imposibles de imitar por los leoncitos de la manada!!!
El anciano ya no formaba parte del cónclave de leones pues despreciaban su poca fuerza, él mismo era un discriminado por su avanzada edad, sin embargo, su experiencia de la vida le permitía mirar algo que los otros no se habían detenido a analizar: el pequeño ruiseñor ciertamente pertenecía al reino animal, pero no era de la especie de los leones!!!
Al día siguiente, lo llevó a un sitio algo elevado en la montaña y le dejó actuar en libertad mientras le observaba con discreción: entonces, el pequeño ruiseñor, al sentir el aire en sus ágiles plumas, instintivamente, se elevó y voló!!!
Toda la manada quedó impresionada al mirar a su pequeño amigo volar y cantar feliz, y comprendieron que, afortunadamente para todos, la realidad es más amplia que el mundo de su manada de leones.
Realmente una bellísima reflexión para comenzar la jornada de un lunes.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!